martes, 22 de octubre de 2013

MOVILIZACIÓN EN DEFENSA DE LA MADRE TIERRA



DOS MILLARES DE ALMAS CON FE Y ALEGRÍA SE APODERAN DE LAS CALLES ALTEÑAS PARA PEDIR VIDA LIMPIA Y SANA

De acuerdo al Proyecto Socioproductivo de la Unidad Educativa “Luis Espinal de Collpani” de Fe y Alegría, la mañana del miércoles 20 de marzo cerca a dos mil estudiantes de los niveles inicial, primaria y secundaria , más de un centenar de padres y madres de familia, ochenta profesores y profesoras, dos patrullas del PAC y del 110 ganaron las calles y avenidas de la Urbanización Cosmos 79 de la Ciudad de El Alto pidiendo a voz en cuello  cuidar nuestra  Madre Tierra, regenerar sus pulmones y tener una vida limpia y sana.

Esa iniciativa comunitaria responde al Plan de Acción de transformación social que busca en primera instancia concienciar y sensibilizar a los vecinos y vecinas de Collpani y zonas aledañas acerca del perjuicio que genera la cantidad de basura tirada en la calle y la ausencia casi total de árboles en casas, plazas y avenidas de la Urbanización.
En entrevista con los protagonistas de esta movilización ecológica nos enteramos que esta actividad fue planificada y preparada con muchas semanas de anticipación.  Para ese cometido indican, que se lograron consensos con instituciones como la Alcaldía, la Policía, la Parroquia, la Junta Escolar, docentes, Hermanas de la Caridad de Santa Ana y Estudiantes y Padres de Familia.

Menudo trabajo tuvieron Madres y Padres de familia de los niveles inicial y primario al elaborar los carteles, el vestuario de material reciclado y hacerles practicar a los niños y niñas estribillos referidos a la conservación del medio ambiente.

Sin duda valió la pena puesto que, en la jornada, se percibió el compromiso de la comunidad educativa que hizo suyo los propósitos del proyecto y no escatimó en gastos para que esta actividad tuviera el brillo y efecto alcanzado.

 HUGO RAMOS

LO MAS SOBRESALIENTE DEL 2013



WAXT’A COMUNITARIA EN EL COLEGIO LUIS ESPINAL DE COLLPANI EN SU SEGUNDA VERSIÓN

Fotos de La Waxta primera versiónLa mañana del viernes 30 de agosto del 2013, la Unidad Educativa Luis Espinal de Collpani de la urbanización Cosmos 79 de la ciudad de El Alto, La Paz, amaneció envuelto en un albo poncho de nieve que contrastaba con los aguayos y banderas multicolores que daban la bienvenida a los invitados y al sacerdote andino, era el día de la Waxt’a.
Don Calixto Quispe Huanca Sacerdote de la cosmovisión andina, nacido en Ankoraymes, estuvo encargado de realizar el ritual ancestral de la ofrenda a la Madre Tierra.
Dicho sacerdote andino explicó que en la cosmovisión aymara todo lo existente tiene vida por tanto todo tiene su ajayu. Remarcó claramente que los seres humanos sólo somos una parte de la naturaleza y que vivimos en ella en igualdad y complementariedad. Por eso antes de comenzar la ceremonia él pidió permiso, respetuosamente, a la Pachamama; para esto se valió de un puñado de coca que lo enterró a su derecha y de un poco de alcohol que lo esparció a su izquierda.
El sacerdote hizo participar en la preparación de la “mesa”, alimento espiritual para el ajayu de la Tierra, a toda la comunidad educativa presente. Para esto, extendió un tari de lana de oveja cual si fuera un mantel. Luego invitó a una pareja de padres de familia para que le ayudase. La mujer esparció un círculo de lana blanca de llama, otra capa circular de q’uwa a modo de cama y luego los invitados depositaron cuatro hojitas de coca cada uno, formando otro círculo superpuesto. El Yatiti puso al centro una torre de dulce parecido a un obelisco que servía para entrar en comunión con el Alajpacha. Luego puso un poco de grasa animal llamado untu en señal de austeridad; acto seguido repartió a todos los invitados dos dulces de diferentes formas y colores llamados misterios, los más grandes y a colores, se los dieron a los directores, a las hermanas y a la Junta Escolar. Pidió a cada uno sujetara los misterios con ambas manos y expresara buenos deseos para la comunidad junto a su compromiso de trabajar por ellos. Acto seguido los depositaron sobre la mesa y un grupo de tawaqus adornó todo con lanitas multicolores en señal la alegría.
Finalmente el sacerdote puso el sullu, un feto disecado de llama blanca, todo aquello fue cubierto con mixturas de papel color oro y plata brillantes. Entre cuatro señoras levantaron la mesa, se lo entregaron al Yatiri y éste lo depositó sobre la pira del altar hecho le leña. El sacerdote continuó esparciendo alcohol y vino alrededor de la hoguera dialogando con los ajayus en lengua aymara, los presentes imitaron también esa acción.
Las llamas consumieron rápidamente la mesa y se hoyó un crepitar de leños antes de reducirse todo a cenizas blancas que según el sacerdote era de muy buena señal    
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Como cierre del acto estudiantes de secundaria interpretaron melodías ceremoniales, todo era alegría, festejo, abrazos y buenos deseos.
Por último se compartió el apthaphi, comida tradicional comunitaria compuesta de chuño, papa, mote, huevos y otros alimentos propios de la región. Ninguno quedó sin servirse un poco de todo cuanto allí había.
Hugo Ramos  

domingo, 13 de octubre de 2013

RESEÑA HISTORICA DEL ESTABLECIMIENTO




Reseña histórica
La Unidad Educativa Luis Espinal de Collpani se encuentra situada a una altitud de 4.080 m.s.n.m., en el Departamento de La Paz-Bolivia,  ciudad de El Alto, cuarta Sección de la Provincia Murillo Distrito Tres, Urbanización Cosmos 79, Unidad Vecinal “D” la Calle Civinca s/n.
El 22 de enero de 1983 los vecinos y vecinas decidieron construir con sus manos si era necesario la primera escuela del vecindario. Fue así que recurrieron al Padre Víctor Blajot, por entonces Director Nacional de Fe y Alegría y al sacerdote alemán P. Sebastián Obermayer, al primero para solicitar los ítemes y al segundo para el financiamiento de la infraestructura.
La Hna. María Tersa Lajusticia, fundadora, por entonces dictaba catequesis como profesora adhonorem de religión, se interesó en el proyecto y lo impulsó hasta terminar la obra.
Fue así que en noviembre de 1982 se puso la piedra fundamental en el lugar donde iba a comenzar una escuela para el vecindario de Collpani conformado por campesinos, artesanos y mineros jubilados.
Junta Vecinal cedió en su integridad los terrenos del área verde de la zona para la construcción del nuevo establecimiento educativo. Y todo el vecindario empezó a hacer adobes turnándose por jornales completos sin paga. La Fundación Cuerpo de Cristo financió los materiales de construcción y pagó a los pocos obreros calificados.
El 7 de febrero de 1983 comenzó el curso escolar. Los 115 estudiantes de primaria y secundaria comprendidos entre 4 y 16 años, empezaron sus clases en un pequeño almacén prestado sin pupitres ni sillas, sentados en adobes, pero con mucha predisposición de aprender.
El 23 de marzo de 1983, por deseo común de los vecinos de la zona, se dio nombre al Colegio Técnico Industrial y Agropecuario “PADRE LUIS ESPINAL CAMPS”, en memoria del sacerdote Jesuita asesinado tres años antes por defender los derechos humanos. El 3 de mayo del mismo año, el Ministerio de Educación y Cultura aceptó y registró oficialmente el establecimiento con dicho nombre.
El 17 de mayo se inauguró el invernadero, costeado por católicos alemanes, ese mismo año se compró una finca de 9 hectáreas en Pochocollo”. Años más tarde se adquirió otra finca de 14 hectáreas en “Quentavi” con el mismo fin y utilidad.
Evangelización, alfabetización, formación agrícola… todo giraba sobre el mismo objetivo: educar integralmente a niños, niñas y estudiantes jóvenes, capacitándolos, para que sean ellos mismo los que aprovechen los recursos de su tierra y vivan en buenas condiciones aportando bienestar a su comunidad.
En marzo de 1990 se inauguró el segundo piso del Colegio Humanístico-Técnico-Agropecuario “Luis Espinal Camps” de Fe y Alegría.
Hoy la Unidad Educativa cuenta con una infraestructura envidiable, con aulas suficientes para albergar a los 1900 estudiantes, desde Preescolar hasta el último curso de bachillerato. Cuenta también con talleres de mecánica, electricidad, corte y confección, computación y agronomía.
Brinda servicios complementarios entre ellos el comedor escolar que atiende a 200 comensales, el salón múltiple para 800 personas, un polideportivo multifuncional cubierto, dos salas de audiovisuales, laboratorios y capilla y un vasto campo con su granja de ovinos, vacunos, porcinos, aves, conejos y llamas.
En síntesis es un centro educativo comunitario hecho de solidaridad, fraternidad universal, cercanía, solicitud, ternura de transformación permanente en busca de una comunidad acogedora y solidaria que llene las mesas vacías de pan y haga realidad el vivir en armonía con todos.

BIBLIOGRAFÌA

Hermanas de la Caridad de Santa Ana, "ACTA DE FUNDACIÓN DE LA UNIDAD EDUCATIVA", El Alto, 1983